Van seis años del primer: Ni Una Menos.
El 3 de junio de 2015 fue un punto de fuga en la historia de las mujeres de Argentina y de la región.
Atravesados por cambios, modificaciones, logros y fracasos, alegrías y dolores. El grito para frenar la violencia y obtener políticas acordes al contexto vivido, atravesó el país pero también cruzó fronteras. Sin embargo los beneficios obtenidos no han consumado aún, un cese total de los problemas.
La Asociación Civil La Casa del Encuentro, informó que en este período de tiempo se cometieron 1.733 femicidios y transfemicidios. Se indicó que se cometieron 163 femicidios vinculados de varones adultos y niños, y que 2.015 hijas e hijos se quedaron sin madre, y de ese total, 64% (1.305), son menores de edad. En tanto, el porcentaje más alto del vínculo con el femicida resulta ser la pareja (719 casos) y ex parejas (388), lo que significa un 64%. En cuanto a los transfemicidios, los mayores porcentajes resultaron ser de mujeres baleadas: 422 (25%), y apuñaladas: 378 (21%)
Esto hace que los puños sigan levantados, sin interés de bajar.
Acompañando reclamos de presencia, asistencia y recursos por parte del Estado. Se continúan ampliando las redes y mejorando las herramientas ganadas, para intentar frenar la violencia totalmente.
Haciendo necesario seguir exigiendo a los representantes nacionales, provinciales y municipales un involucramiento real, con políticas de prevención, educación, asesoramiento, amparo y resarcimiento para las víctimas, sobrevivientes y sus familias.
Es una deuda que tenemos como sociedad, garantizar a todxs el poder caminar tranquilxs. Seis años después, la consigna central sigue rugiendo por lo mismo:
¡Paren de matarnos!
