Las instituciones universitarias están enfrentando serios problemas financieros que amenazan su funcionamiento. A pesar de contar con un presupuesto similar al del año pasado, la inflación ha disparado los costos de los servicios básicos, dejando a muchas universidades en una situación crítica.
La Universidad Nacional del Comahue (UNCo), por ejemplo, ha anunciado que no podrá pagar servicios esenciales como limpieza, luz y gas debido a la falta de fondos, lo que pone en peligro el inicio del segundo cuatrimestre.
Este panorama de crisis se extiende a nivel nacional, con más de 300 mil trabajadores y 2,5 millones de alumnos afectados por la posible paralización de las actividades universitarias. Frente a esta situación, los rectores están impulsando una ley de emergencia para garantizar la supervivencia de las universidades en medio de la crisis.
A pesar de los esfuerzos de algunas instituciones por racionalizar gastos, como la reducción del consumo de papel higiénico, la situación sigue siendo preocupante. La falta de presupuesto no solo afecta los servicios básicos, sino que también se refleja en la reducción de la oferta de materias, la suspensión de programas de becas y la interrupción de actividades de investigación y extensión.
Los gremios docentes están convocando a medidas de protesta, incluyendo paros de 48 horas, para exigir aumentos salariales acordes con la inflación y mayores fondos para el funcionamiento de las universidades. La resistencia también se manifiesta en movilizaciones y acciones públicas, como clases públicas y banderazos, para concientizar sobre la crisis que enfrentan las universidades públicas.
Mientras tanto, el gobierno ha sido criticado por su falta de apoyo a las universidades, cancelando incluso fondos para programas de memoria y derechos humanos bajo la acusación de ser «centros de adoctrinamiento ideológico». Ante este panorama, se discute un proyecto legislativo que declara la emergencia presupuestaria y establece criterios para la asignación de fondos a las universidades.
A pesar de los desafíos financieros, las universidades continúan brindando respuestas a las necesidades de la sociedad, como el aumento de la producción de repelentes en la Universidad Nacional del Chaco Austral para combatir el brote de dengue. Estas acciones destacan el papel crucial que desempeñan las universidades públicas en momentos de crisis, proporcionando soluciones de calidad que el mercado no puede garantizar.
Fuente: Página 12
