Traían poroto de soja para procesar y reexportar. Pero declaraban importaciones con 30% de sobreprecio para obtener los dólares del BCRA y dejar la diferencia en el exterior
La Aduana denunció a las siete mayores firmas cerealeras por sobrefacturar importaciones con el fin de fugar divisas ilegalmente. Las operaciones investigadas involucran el ingreso al país de poroto de soja proveniente de Paraguay, para reexportarlo procesado. A través de la triangulación de la facturación por intermedio de un intermediario, una trader suiza vinculada a las exportadoras argentinas, el insumo llegaba a la Argentina con un 30 por ciento de sobreprecio en relación al valor en puerto de origen. El objetivo, se presume, era obtener los dólares del Banco Central a precio oficial para pagar la importación, pero con un excedente del 30 por ciento sobre el precio real que se fugaba al exterior.
Las firmas sobre las que se abrió la investigación sobre el desvío de divisas supuestamente destinadas a importación, son Aceitera General Deheza, Bunge Argentina, Cargill SA, Cofco International, LDC Argentina SA (Louis Dreyfus Company), Molinos Agro SA (Molinos Río de la Plata) y Viterra Argentina SA (vinculada a Vicentin)
Cómo es la triangulación
La triangulación de la facturación se hacía a través de una trader de Suiza. La operación seguía el siguiente circuito, de acuerdo al caso testigo de importación temporal que aqui se presenta:
Agropecuaria XX S.A., de Paraguay, le vendió porotos de soja a la firma ZZ en Suiza, el 19 de enero de 2022, a un valor de 473,88 dólares la tonelada. Veintitrés días después, el 11 de febrero de 2022, ZZ le vende a la cerealera YY, de Argentina, el mismo producto a 625,60 dólares la tonelada. Sin embargo, el traslado físico del producto es de Paraguay a Argentina, sin pasar por ningun destino intermedio. La triangulación de la facturación (Paraguay-Suiza-Argentina) tendría, entonces, el único fin de concretar la sobrefacturación.
A través de la refacturación de la importación se justifica la salida de dólares (adquiridos al Banco Central en pesos a precio oficial) que supera en un 32% el valor real facturado por el exportador en Paraguay. En el caso descripto, se detectó una diferencia en el monto FOB total importado de 757.007,85 dólares. Es decir,que ese fue el monto de la fuga de divisas vía triangulación.
El producto ingresa al país, desde Paraguay, como Importación Temporaria. Es decir, un insumo que será incorporado a una futura exportación, de la cual se descontará el costo de la importación temporaria para determinar el valor sobre el cual se aplica el derecho de exportación (las retenciones).
Este tipo de operaciones es habitual, porque Argentina tiene una amplia capacidad de procesamiento de soja para producir harinas, aceite, cáscara y otros derivados que, casi en su totalidad, se destinan a la exportación. Lo que no es tan habitual es que, entre Argentina y Paraguay, la compra del poroto se haga a través de una trader suiza y que ésta cobre el 30 por ciento del valor de origen del producto para unir al productor y al procesador.
Fuente: Página12