Sin ley de alquileres, hoy las condiciones del contrato se acuerdan entre partes. Si bien creció la oferta, aún es una odisea para muchos arrendar una vivienda
El 29 de enero se cumplió un mes de la derogación de la Ley de Alquileres, y los nuevos contratos se celebran acordando entre propietarios e inquilinos. María Paula Armándola, presidenta del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Entre Ríos (CCPIER), destacó que esta medida generó que comience a crecer la oferta de inmuebles disponibles para alquilar, y aclaró: “Si bien la demanda sigue superando a la oferta, ha tenido una mejora y un repunte considerable después de que se estableció cuáles eran las reglas de juego que iban a quedar vigentes”.
Acerca de lo que más se busca hoy en día, contó: “En Paraná la gente generalmente busca un lugar en el centro, por una cuestión de los servicios y el equipamiento urbano, ya que está todo concentrado en el centro más que nada. Además, a veces hay paros de colectivos y hay otras situaciones que perjudican en la cotidianeidad al trabajador”.
Con respecto a los plazos, explicó: “Hoy no hay un plazo establecido por la ley para que se aplique en cada tipo de contrato y comercial o habitacional. Si no se llega a un acuerdo entre partes y eso queda que quede específicamente plasmado en el contrato, la ley presupone para la modalidad habitacional 24 meses y para la comercial 36 meses. Según mencionó, de los contratos que se firmaron en este último tiempo, la mayoría se hizo por 24 meses, algunos menos en 12; y en unos pocos casos por seis meses; y explicó que la diferencia entre hacerlo entre 24 y 12 meses está en el costo de entrada a la vivienda, porque tanto los honorarios profesionales y el sellado se calculan en base al monto total del contrato.
También refirió que en general se celebran en pesos: “Nuestro mercado no está dolarizado. Otra cosa es cuando se toma el dólar como referencia de valor para una casa a la venta, que se utiliza la divisa como un referente de valor”.
En cuanto al porcentaje y la periodicidad de los aumentos, Armándola precisó que “en eso también queda un libre acuerdo entre partes” y comentó que lo que se está haciendo mayoritariamente es un ajuste cuatrimestral, también entre trimestral y semestralmente. Con respecto a los índices que se están utilizando, que “también se acuerdan entre las partes”, generalmente “se está utilizando el coeficiente de Engel (ICE), o el Índice para Contratos de Locación (ICL) a veces”.
Sobre el precio promedio en el que arranca hoy el alquiler de un departamento de una habitación o un monoambiente cerca de las zonas de las facultades, informó que rondan los 150.000 pesos, más las expensas e impuestos que les toca pagar al inquilino. Para ingresar, si el locatario hace el contrato por un año, debe abonar 150.000 del mes de alquiler, que se paga por adelantado; más 25.200 pesos de sellado –se abona el 1,4% del valor total del contrato–, y 90.000 pesos de honorarios de la inmobiliaria –se aplica el 5% también sobre el total, que suma 1.800.000 pesos–, lo que suma 265.000 pesos. “Muchas veces se acuerda que el inquilino pague en dos o tres cuotas los honorarios inmobiliarios. Y en Entre Ríos no se cobra depósito”, mencionó la presidenta del CCPIER.
Buscar alquiler, una odisea
Javier es de General Ramírez. Tiene un hijo y una hija, que son mellizos, y este año comienzan sus estudios universitarios: ella en la Universidad Católica Argentina (UCA), él en una facultad de Oro Verde. Desde hace tiempo comenzó la búsqueda de vivienda para ambos, cada uno cerca del lugar donde estudiarán, y le costó muchísimo encontrar un espacio en la zona céntrica de Paraná. Sobre este punto, contó: “Estuvimos desde octubre buscando alquiler y fue muy complejo. Lo que conseguíamos era alejado de la UCA y de la plaza principal. Ya prácticamente alquilado un lugar, pero por fotos era una cosa y cuando lo fuimos a ver personalmente era otra”.
“Desde la inmobiliaria nos fueron diciendo cosas diferentes: primero iba a ser un contrato por tres años, después del cambio de gobierno, por 12 meses, luego lo querían hacer temporalmente. Había que llegar a un arreglo para cerrar por el acuerdo, ya que las clases empiezan pronto”, indicó.
Como muchos estudiantes, su hija compartirá el lugar para que les resulte más accesible, pero tuvieron que aceptar el contrato por seis meses y vivir con la incertidumbre sobre lo que pasará después: “Tuvimos que aceptarlo porque no había mucha opción. Dentro de ese plazo, cuando haya que aplicar el aumento, vamos a promediar arrancando desde un 40% y después al valor de los sueldos. Supongamos que sube un 30% el sueldo, sumaría un 70% y nosotros pagaríamos un 35%. Eso arreglamos, porque si no teníamos que firmar a valor dólar, a valor combustible, y yo no quise saber nada de eso”, añadió.
Asimismo, observó: “En Paraná hay diversidad de precios, todos muy elevados, y lugares que son muy precarios. A diferencia de Oro Verde, adonde va mi hijo, donde encontramos un departamento diseñado para estudiantes y el dueño no nos mata con el precio”.
También Gustavo, un paranaense que ayudó a buscar alquiler para unos conocidos en la capital entrerriana, contó: “Hay unos compañeros que vienen del interior y les conseguí un departamento en zona céntrica, pero cuesta mucho encontrar un lugar. Lo que están cobrando además para el ingreso es un monto importante. Y están haciendo un contrato renovable cada tres meses, con cláusulas de inflación, por ejemplo. Y ya algunos están cobrando en dólares: nosotros lo terminamos de cerrar esta semana recién a ese alquiler y se le adelantó en dólares lo que serían todos los gastos administrativos y demás. Estamos hablando de un ambiente, dos con suerte, a 300.000 pesos. Aparte hay que pagar los servicios, las expensas y la cochera”.
Fuente: UNO