A través de un extenso decreto publicado durante la madrugada de este martes, el Gobierno materializó los últimos cambios sobre entes nacionales que abarca desde disoluciones hasta transformaciones, como el caso del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
El ajuste del INTI, el cual dejó de tener estatus de organismo descentralizado y pasará a funcionar bajo la estructura de dependencias de la Secretaría de Industria y Comercio, como una “unidad organizativa dependiente”. Esta modificación responde a un relevamiento oficial que atribuye a la estructura previa altos grados de superposición jerárquica, presencia de áreas administrativas sobredimensionadas y desconexión entre funciones estratégicas y necesidades del sector industrial, según el texto.
En el segundo capítulo del decreto N° 462/2025, dedicado al ente señalaron que los derechos, aranceles o tasas que perciba “en el ejercicio de sus funciones, así como las rentas o frutos de sus bienes patrimoniales, las patentes que se registren a su nombre y los derechos intelectuales que le correspondan, y los aportes de terceros destinados a solventar el funcionamiento de sus Centros de Investigación, constituirán recursos del Tesoro Nacional”.
El Instituto podrá crear Centros de Investigación a pedido de parte interesada, con aportes técnicos o económicos, según la reglamentación vigente, bajo supervisión y aprobación de la autoridad competente.
El mismo cambio de estatus se aplicó para el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), que se ubicará dentro de la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. A pesar de perder autonomía, conservará su denominación para preservar su identidad y reconocimiento internacional, manteniendo potestades sobre certificación de productos y control técnico, aunque ahora concentrando su fiscalización sobre el tramo final de la cadena productiva y habilitando que funciones de certificación puedan ser delegadas en entidades públicas o privadas.
Asimismo, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) se transformarán en organismos desconcentrados, respetando sus funciones esenciales.
En el primer caso, la modificación apunta a mejorar la coordinación con otras áreas de la administración y dotarlo de mayor flexibilidad, manteniendo sus funciones esenciales de investigación, asistencia técnica y articulación territorial. Por su parte, el INPI se reorganiza como organismo desconcentrado, continuando con sus funciones básicas ligadas al registro, administración y control en materia de propiedad industrial, patentes, marcas y modelos.
Se disuelve la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal (ARICCAME). Se transforma en una Dirección Nacional de la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía para simplificar y redimensionar la estructura del Estado Nacional y eliminar organismos que no han demostrado una contribución efectiva para los objetivos para los que fueron creados.
Las funciones de regulación se reasignaron: el Ministerio de Economía se hace cargo del cáñamo industrial y sus semillas, mientras que la ANMAT supervisará los productos medicinales elaborados a partir de cannabis