Expertas de la ciencia y de la salud argentina presentaron la filial argentina de Women in Global Health (Mujeres en la Salud Global), una iniciativa que busca promover una mayor accesibilidad de las mujeres a puestos de liderazgo en el sector sanitario.
El 70% de los trabajadores de la salud en Argentina son mujeres, pero solo un 25% de ellas llega a puestos de liderazgo donde se toman las decisiones, el dato surge de la presentación de la red Women in Global Health Argentina(Mujeres en la Salud Global Argentina), una iniciativa que busca abordar las desigualdades de género en el sector.
“El objetivo es que la mujer tenga una mayor accesibilidad, tenga más oportunidades para poder llegar a puestos de liderazgo. Queremos dejar un legado”, dijo emocionada la doctora Carina Sequeira, Directora Médica del Centro Gallego de Buenos Aires de la Red Basa Salud, y una de las convocadas para formar parte de este proyecto.
El jueves pasado fue el lanzamiento oficial de la filial local de WGH, la red internacional que busca incrementar la representación de las mujeres en salud y promover el liderazgo en el sector sanitario. Allí estuvieron presentes las ocho representantes de la iniciativa y la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, así como nombres destacados del área.
En el auditorio de la Junta de Seguridad en el Transporte, ubicado en el centro porteño, se llevó a cabo la presentación encabezada por María Emilia Caro, cofundadora de WGH Argentina, junto a expertas en salud, ciencia y liderazgo femenino.
«Más del 70% de los trabajadores del sector de la salud son mujeres y menos del 25% de las posiciones de decisión están representadas por mujeres. Además, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires más del 85% de los ingresantes son mujeres«, expresó la doctora Diana Cardano, del área de institucional y políticas públicas de WGH Argentina.
En el sector sanitario, las mujeres son mayoría, pero en las mesas donde se toman las decisiones se da un escenario opuesto. La ministra Vizzotti se refirió a estas diferencias y aseguró que llegar a los lugares de toma de decisión «es difícil» y que «el camino es más difícil aún”, aunque “vale la pena transitarlo porque quienes venimos de eso podemos ayudar, con una mirada de empoderamiento sí, pero también una mirada desde la empatía y desde la inclusión, con un liderazgo positivo”, señaló.
En ese sentido, destacó que se deben generar los espacios para brindar más posibilidades. “Nunca pensé que iba a ser ministro. Soy una trabajadora de la salud que le tocó ser ministra. Me tocó la responsabilidad más grande de mi vida en el momento sanitario más importante del mundo. Desde el primer día supe que tenía que llevarlo adelante teniendo en cuenta la dificultad para transitar los momentos de crisis siendo mujer. Lo que más fuerza me dio es pensar que alguna mujer podía vernos en ese lugar tan difícil y animarse”.