El presidente participo en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, donde valoró “alianza internacional de todas aquellas naciones que queremos ser libres”.
El mandatario argentino manifestó que los actuales “son tiempos donde las fórmulas que estuvieron vigentes por décadas se agotan, las maneras consideradas únicas de hacer las cosas dejan de tener sentido y lo que para muchos eran verdades incuestionables son, finalmente, puestas en duda. Son momentos donde las reglas se reescriben y por eso son tiempos que recompensan a quienes tienen el coraje para tomar riesgos”.
En otro tramo de su discurso, el Presidente argumentó que lo que parecía “una hegemonía absoluta a nivel global de la izquierda woke en la política, en las instituciones educativas, en los medios de comunicación, en organismos supranacionales o en foros como Davos, se ha ido resquebrajando y se empieza a vislumbrar una esperanza para las ideas de la libertad.”
Acto seguido llamó a “desmantelar el edificio ideológico del wokismo enfermizo” y alertó que aún “esa batalla no está ganada”.
Milei precisó que, “debajo del discurso de la diversidad y de la democracia y de la tolerancia que dicen esgrimir, lo que en verdad se esconde es el deseo manifiesto de destruir la disonancia, la crítica y en esencia, la libertad para seguir sosteniendo un modelo del cual ellos son los principales beneficiarios”.
Más adelante, el Presidente exhortó a la supresión drástica de todos los organismos supranacionales, al tiempo que reiteró su llamado a limitar las funciones del Estado a la “defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada”.
Finalmente, convocó a todos los líderes del mundo a cambiar y a hacer a “Occidente grande nuevamente”.