Son muchos los que pueden atestiguarlo: La Libertad Avanza está lejos de caracterizarse por ser una fuerza política habilidosa para controlar daños. Tampoco, por preocuparse demasiado en contener a los heridos, por más que las fugas puedan convertirse en potenciales dolores de cabeza. Ese modelo de construcción política centrífugo, con más de 50 funcionarios que dejaron sus cargos solo en el primer año de gestión, convierte al gobierno de Javier Milei en un fenómeno inédito en la historia política argentina.
El verticalismo es lo que prima. Y en la cúpula, como la gran digitadora a la hora de decidir quién entra y quien sale del espacio, se ubica un solo nombre: el de Karina Milei. Diversas fuentes del oficialismo coinciden en una apreciación: de nada sirve tener “buena onda” con el Presidente si no se cuenta con la confianza plena de “El Jefe”. La distribución del poder al interior de la fuerza libertaria está a cargo de ella, con sus premios y con sus castigos.
De esa dinámica implacable puede dar cuenta, por ejemplo, el legislador porteño Eugenio Casielles. Miembro fundador de La Libertad Avanza y coequiper del también legislador Ramiro Marra, Casielles, quién acaba de oficializar la conformación de un espacio nuevo bautizado Transformación, mantuvo desde el vamos un vínculo tenso con la actual secretaria general de la Presidencia. Sus diferencias, siempre latentes, se centraban principalmente en torno al camino que debía tomar el armado nacional, sobre el que, a partir de 2022, comenzó a tener ascendencia Carlos Kikuchi, hoy otro caído en desgracia.
Ahora, al cumplirse el primer aniversario de Milei como inquilino de la Casa Rosada, el legislador hace un balance descarnado. “La Libertad Avanza está compuesta por gente que no estaba en condiciones de estar en el lugar que está”, definió ante la consulta de elDiarioAR. Y utlizó para graficarlo una analogía cinéfila, algo jocosa: “Son Willy Wonka encontrando el boleto dorado para ir a la fábrica de chocolate”.
Aunque aclaró que también tiene sus diferencias con el rumbo económico, Casielles señaló que es la falta de discusión interna y de “libertad de opinión” lo que mayor “incomodidad” le generó en el último tiempo y que motivó su reciente alejamiento de “las fuerzas del cielo”. Algo que, según el propio dirigente porteño, también se traduce, en el plano político, en cierto “avance” sobre las instituciones. “Los argentinos estamos de acuerdo con la Constitución, con el espíritu republicano, pero este gobierno, durante todo este año, se la pasó yendo contra el Congreso, que es lo que representa justamente a todos los argentinos”, apuntó.
Otro dirigente que, al igual que Casielles, supo tener roces con Karina Milei es el neuquino Carlos Eguía. En diálogo con elDiarioAR, el periodista, excandidato a gobernador de Milei y referente del partido Fuerza Libertaria, realizó un balance y afirmó que gran parte de lo que pensó que iba a pasar, “pasó”. En ese sentido, si bien elogió el manejo económico (“Es una Argentina en la que podés pensar en un futuro, sacar un préstamo o tener una casa a largo plazo”), subrayó que la falta de atención a los sectores vulnerables y las alianzas políticas contradictorias con el discurso libertario dejaron grandes deudas en el primer año de gestión.
“La verdad, me sorprendió que haya metido a toda la casta dentro, desde Scioli hasta los Menem, aunque creo que no había otra forma”, señaló Eguía, asombrado por la capacidad de Milei para mantener la gobernabilidad en condiciones de extrema debilidad institucional. Sin embargo, criticó que Milei no se lo haya explicado claramente a sus votantes: “Tenía que haberle dicho a la gente: ‘Me voy a tapar la nariz y me voy a juntar con un montón de gente que no sirve para nada, pero los necesito para que no me prendan fuego el país’”.
Por otro lado, Eguía fue categórico al señalar que el Presidente descuidó el aspecto social. “Nunca habló de cómo resolver problemas como el desbalanceo de los jubilados, los salarios que no acompañaron la inflación o el ajuste en tarifas y combustible”, describió. Y calificó este desinterés como una omisión estratégica: “Esa parte la dejó olvidada, y es la gente que menos tiene la que sigue esperando soluciones”. Así y todo, resaltó el rol de Patricia Bullrich en el control de la seguridad: “Logró algo que Macri no había podido: destrabar los planes sociales y denunciar a los que vivían de la pobreza. Y, además, dijo: ‘Acá no me corta nadie la calle’, y lo cumplió”.
Quien tampoco se guardó críticas al armado libertario que comanda Karina Milei a nivel nacional fue el senador Francisco Paoltroni. “No está poniendo a los mismos de siempre, sino a los peores de antes”, lanzó ante la consulta de elDiarioAR. En este sentido, cuestionó la gestión en organismos clave como Anses y PAMI, aludiendo a la falta de idoneidad en las designaciones. Sin embargo, en el balance del primer año de gestión de Milei, Paoltroni destacó logros significativos en aspectos macroeconómicos y de seguridad.
Según el senador formoseño, que fue expulsado del bloque de La Libertad Avanza tras criticar en duros términos la decisiones oficial de postular a Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema, “lo más valioso” del Gobierno fue “el orden en las calles, sobre todo la cuestión antipiquete” y haber logrado estabilizar “la macro”. Pero expresó su preocupación por los desafíos pendientes, particularmente en la microeconomía, donde aseguró que “cada día somos menos competitivos”.