Al no contar con mayoría en ninguna de las dos Cámaras, el futuro oficialismo anticipa que legislará con DNU. Los proyectos que tiene en carpeta. La advertencia de los constitucionalistas.
Con menos del 10 por ciento de los senadores y menos del 15 por ciento de los diputados, el fantasma de gobernar por DNU siempre estuvo ahí latente, revoloteando sobre las cabezas de los equipos técnicos de La Libertad Avanza. Hasta que Diana Mondino lo confirmó: «Si el Congreso no nos aprueba las leyes, vamos a sacar todo por decreto, como hizo Alberto Fernández», advirtió antes de ingresar a la sede de la UIA. Si bien la futura canciller de Javier Milei aclaró rápidamente que «no es lo que corresponde», la amenaza fue lanzada. Los constitucionalistas advierten que el Poder Ejecutivo tiene vedada la posibilidad de legislar a menos que haya una emergencia (y que el hecho de no contar con una mayoría en el Congreso no cuenta como emergencia). Sin embargo, la discusión es política y, por más ilegítimo que sea, si no es de materia prohibitiva – es decir, penal, tributaria, de partidos políticos o electoral – la puerta está abierta.
El 11 de diciembre, luego de jurar como presidente de la Nación, Javier Milei enviará un paquete de medidas al Congreso para tratar durante el verano. Se trata de una reforma general del Estado, una ley de Emergencia Económica y, a su vez, una propuesta de Presupuesto que especifique cuál será el valor de la moneda, el nivel de endeudamiento, el gasto tributario, la inversión pública, entre otras metas. El detalle aún no se conoce – Guillermo Francos, Nicolás Posse y el círculo más íntimo de Milei guardan con celo la letra pequeña -, pero la matemática legislativa sí. Y el escenario no es particularmente favorecedor al próximo oficialismo, que tendrá solo 38 diputados y 7 senadores.
Milei, junto a Francos y algunas de sus (pocas) espadas libertarias – como Oscar Zago o la propia Victoria Villarruel, que si bien está distanciada del presidente electo, ya comenzó a reunirse con todos los bloques del Senado -, está buscando allanar el camino para poder resolver, durante las sesiones extraordinarias, las reformas base sobre las cuales se sostendrá su primer año de gobierno. El pacto con el PRO, la alianza con Juan Schiaretti y los sondeos a gobernadores que están necesitando urgentemente de transferencias para poder pagar sueldos: LLA tiene un esqueleto de estrategia parlamentaria, pero el número es esquivo. Especialmente en el Senado, en donde Unión por la Patria – si no se termina rompiendo – tendrá 33 senadores.
Frente a este panorama – del cual Milei siempre fue conciente -, se abren diversas posibilidades. Una es la de recurrir a los Decretos de Necesidad y Urgencia, reconocidos en el artículo 99 de la Constitución Nacional. «Es solo para circunstancias excepcionales, no se puede gobernar por DNU. Porque tiene que existir una situación objetiva de emergencia, como la pandemia, y que no sea posible seguir los trámites previstos por la Constitución para la sanción de leyes. No puede ser por una situación de necesidad política», advierte el constitucionalista Andrés Gil Domínguez