27 millones de almas son pobres y 7 millones son indigentes. Argentina en crisis.
La indolencia política avergüenza. No caímos en la crisis, nos llevaron los malos políticos y las malas políticas. Mientras los dirigentes y la política sigan en la agenda de la farándula, la pobreza alcanzará valores récord como el 57,4% en enero, así lo señala la estadística de la UCA -como el peor dato en los últimos 20 años, cuando en 2004 alcanzó el 54,8%-.
El presidente Milei venía a terminar con los malos políticos pero están los mismos de los últimos 20 años, y la consecuencia inmediata de que estén los mismos, son malas políticas que profundizan la pobreza que pasó del 49,5% en diciembre de 2023 y al 57,4% en enero de 2024, “como consecuencia de los incrementos del costo de la CBT y de los ingresos de los hogares”. Claro está que, el gobierno de Milei no invento la pobreza, pero si la está profundizando.
Éstas malas políticas tienen efectos en todos los niveles de gobierno, y la crisis está empezando a golpear buena parte de los consensos políticos dominantes que fueron positivos en los inicios del siglo XXI; instituciones fuertes como base de la estabilidad social, participación política como un sistema de mediación representativa de los intereses populares y esta pluralidad democrática como garantía de seguridad jurídica para el desarrollo de nuestra economía.
La falta de reglas claras, distorsionan el sistema de valores y de responsabilidades de nuestra sociedad. Es decir, se está quebrando el pacto social de nuestras obligaciones y derechos. Aparece como muy difusa la tarea de coordinar en los tres niveles de gobierno, nacional, provincial, y municipal. Y todavía más, en sus deberes en materia social, educación, salud, producción, transporte, cultura, seguridad, justicia, entre otros. Por ej. ¿Quién es el responsable de que la capacidad de uso instalada de la industria este en los mismos niveles de la pandemia, cuando el mundo estaba paralizado? En 2022 y 2023 llegaba casi al 70% y ahora está en 54%.
Mientras los fundamentalistas del mercado militan la crisis, los dueños del capital “la balconean” conscientes de que para ganar hay que evitar riesgos, están obligados a esperar reglas de juego y paz social para invertir. Ahora bien, nosotros los que creemos en la política, no tenemos nada que esperar, sabemos que esto se resuelve con cooperación y planificación entre el sector privado, publico y la comunidad. Con Buena Política.
Pero debemos ser conscientes de lo degradada que esta la figura del político, los malos políticos que son quienes promueven la fractura social como negocio de poder, y esto genera un enorme desafecto de los intereses espirituales, y materiales de nuestros pueblos. Es el momento de trabajar en el rejuvenecer de nuestras prácticas, para recuperar el valor de los políticos y su interés por generar mayor cohesión social. Ese es el buen político, un Líder.
Hoy lo coherente seria recuperar la política.
Por Emiliano G. Tutau