Opinión: presentación del libro "SOLA" de Dolores Etchevehere
Dolores es eso que está acá cerquita, que explica el todo: lo que viene y lo que va.
Aquello está podrido y lo que está por nacer.
Porque podrido es lo corrompido, y lo que nace es lo puro devenido en lo existente.
Dolores sembró una semilla, no como su familia: llena de agrotóxicos con la intención de explotar la tierra al máximo. Sí no, una forma de agricultura distinta, una producción que se acerque al cuidado del planeta. Que armonice nuestra vida, porque esto, ya no es vida.
Este sistema es un calvario, la desigualdad es increíble, nuestro Río se seca, nuestro delta se prende fuego, una Niña a los llantos en la ciudad más rica de Argentina es noticia porque su casa de cartón ha sido avasallada por enormes policías armados hasta los dientes.
Con seguridad creo decir que hoy era el más joven de la sala. Para nosotros los entrerrianos el apellido Etchevehere es un símbolo, un sello de poder y tradición. Dolores no lo integra, porque comúnmente ese espacio es de hombres.
Como la gran mayoría, conocí a Dolores a través de la agenda mediática, donde lo que vende es moneda corriente.
Dolores es mujer, con una enorme vocación política, un carisma envidiable, una lucidez notable.
Dolores es entrerriana y la dirigencia que no se acerque es simplemente cobarde, es simplemente machista.
Sobre lo simple el hedonismo excéntrico, lo común. La política es la herramienta de humildes, compleja, para transformar la realidad.
