La CGT convocó a un paro general con movilización a la Plaza del Congreso para el 24 de enero, en rechazo al DNU del presidente Javier Milei, que modificó, entre numerosas cuestiones, la legislación laboral y el sistema de salud.
El malestar se agudizó al conocer la letra chica de la Ley Ómnibus enviada ayer al Congreso. Causó enojo y sorpresa, sobre todo, el capítulo en lo relativo a las restricciones a la protesta social. “Es despótico, eso terminó de detonar todo”, lo calificaron desde la CGT.
La medida se resolvió de manera unánime en el Comité Central Confederal, el máximo órgano ejecutivo de la CGT y del que participaron las regionales de todo el país. El 10 de enero habrá un plenario en el que se definirán detalles sobre la protesta, que contemplará una movilización al Congreso a partir de las 12 del mediodía, con la intención de poner otra vez a prueba el operativo antipiquetes que estableció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Es en respuesta a un DNU ilegal. No hay necesidad ni urgencia de aparecer con tantos artículos que dan vuelta la matriz del país. Atenta contra los derechos individuales y colectivos de los trabajadores, también contra el sistema solidario de salud”, argumentó Héctor Daer, uno de los integrantes del triunvirato de mando de la CGT.
Y agregó: “Mientras que ayer nos estábamos movilizando, apareció una Ley Ómnibus que atenta contra los jubilados. Quieren hacer desaparecer la fórmula jubilatoria con una inflación creciente. Como eso, otras tantas cosas: las privatizaciones, no cuidar el patrimonio de los argentinos”. Pablo Moyano, otro de los sindicales, dijo que Milei “se caga en el Congreso” y prometió una marcha multitudinaria para el 24 de enero.
Se sumarán al paro de la CGT las dos vertientes de la CTA, en quienes recae la representación mayoritaria de estatales y docentes, y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), donde confluyen los movimientos sociales. También se sumarán gremios del Sindicato del Neumático o una rama de la Unión Ferroviaria.
“Hay que voltear el decreto de Milei en la Justicia, en la política o en la calle”, dijo ayer Daer. La enumeración no fue casual: los gremios ya presentaron un amparo contra el DNU y avanzaron en gestiones con legisladores y gobernadores para articular una oposición al libertario en el Congreso.
El paro del 24 sería un día antes de cuando el oficialismo espera tratar en el Parlamento el mega proyecto de ley que envió ayer, con más de 1000 artículos a reformular.
“La idea es apoyar y reclamar a la política, que es el Parlamento el que debe actuar en favor de los trabajadores y de la sociedad civil, que es por donde pasa el 100 por 100 del ajuste”, dijo Gerardo Martínez, jefe de la Uocra, uno de los gremios más afectados por la decisión oficial de frenar los proyectos de obra pública.
Es un récord de la CGT, que le activaría un paro a Milei con menos de dos meses en el poder. El antecedente de una medida de rechazo en tan poco tiempo lo tenía Fernando de la Rúa, que sufrió la primera huelga a los 77 días de haber llegado a la Casa Rosada.