Victoria Villarruel aparece nuevamente en el foco de las críticas por un tema que parecía haberse saldado para siempre en la sociedad argentina: el repudio a los genocidas de la última dictadura cívico-militar.
En el debate que tuvo lugar ayer por la noche, la candidata a vicepresidenta por La Libertad Avanza se posicionó con muchísimo énfasis a favor de Amelong, un exteniete coronel del Ejército, que acarrea cinco condenas por delitos de lesa humanidad.
Esta situación derivó en uno de los momentos de mayor tensión a lo largo de todo el debate, donde Agustin Rossi, candidato de Unión por la Patria, cruzó a Villarruel por su ferviente y constante apoyo a los genocidas.
“Lo que me parece importante es que reconozcamos que acá hubo víctimas del terrorismo que no tienen derechos humanos, muchas de esas personas también están detenidas. Por ejemplo, Amelong es una persona cuyo padre fue asesinado por Montoneros, en democracia, en la ciudad de Rosario, ciudad que vos conocés muy bien. Fue asesinado en el 74, era un civil, ingeniero, padre de 11 hijos y hoy su hijo está preso por delitos de lesa humanidad. Yo me pregunto, ¿por qué no están presos los que asesinaron al ingeniero Amelong? Entonces, cuando voy a las marchas o investigo, simplemente lo que hago es reconstruir la parte de la historia que ustedes borraron, eliminaron y pusieron debajo de la alfombra”, indicó Villarruel, frente a Rossi.
Más tarde, el diálogo siguió escalando en materia de tensión cuando Rossi le preguntó a Villarruel: “¿Vos querés la libertad de los genocidas? ¿Los que están cumpliendo hoy condenas por la Justicia?”. La candidata no sólo redireccionó la conversación hacia un terreno que no la ponga incómoda, sino que tampoco negó la pregunta.
Según los expedientes, Amelong formó parte de los grupos de tareas que dependían del Destacamento 121 de Inteligencia del Ejército. Fue condenado a tres cadenas perpetuas, tiene una sentencia por 10 años y una quinta por la sustracción de los mellizos Gullino y, además, se encuentra procesado por la desaparición del militante peronista Miguel Membrive.
La mención de Villarruel no es casual, sino que se presenta días después de que la Cámara Federal de Casación Penal haya resuelto que Amelong debe regresar a la cárcel militar U34, ubicada en Campo de Mayo, tras ser revocado el beneficio de la prisión domiciliaria.
Las palabras de Villarruel generaron una fuerte reacción en las redes sociales, sobre todo por parte de familiares de las víctimas, como el diputado nacional peronista Eduardo Toniolli: “Amelong es uno de los represores que ella visita o ha visitado. Es alguien que ha sido condenado en cuatro causas de lesa humanidad, por secuestros, torturas, desapariciones, robos de bebés, que es un delito que se sigue cometiendo hasta tanto no pueda esclarecerse la identidad de esos niños”.
“Además, -indicó a El Destape– puso la casa de fin de semana de su familia a disposición del segundo cuerpo del Ejército para que sea usada como centro clandestino de detención. En esa casa fueron ultimados, y está demostrado en un proceso judicial, 14 militantes peronistas, entre ellos mi padre”.
Otras declaraciones de familiares de víctimas
Florencia Garat, hija de Eduardo Garat, un abogado, escribano y militante peronista secuestrado en abril de 1978, se manifestó a través de las redes. “Amelong y su patota mataron a mi viejo y a otrxs tantxs más”. “A mi papá lo tuvieron con grilletes hasta que lo asesinaron en la parrilla. Su cuerpo fue probablemente tirado. Este año lo condenaron a perpetua. Le acaban de negar la domiciliaria”.
También el hermano de Florencia, el escritor Santiago Garat, se pronunció: “Amelong es parte del circuito represor que me arrebató a mi papá. Es responsable directo del asesinato del papá de mi amigo, hermano y compañero (el diputado nacional) Eduardo Toniolli. Condenado a tres cadenas perpetuas por los delitos aberrantes que cometió… y Villarruel lo reivindica”.
Fuente: Infobae