Este jueves por la mañana decenas de afiliados, que formaron largas colas en la sede central de Iosper, protestaron contra la obra social por las demoras en la entrega de medicamentos crónicos y oncológicos.
Denunciaron que hay complicaciones en la entrega de drogas para tratamientos esenciales por el cambio de sistema informático. En tanto agregaron que hay pocos empleados para resolver la carga de datos en forma manual con la consiguiente demora, que va de una a tres horas, según indicaron.
El enojo de los afiliados se da en el marco del conflicto de la obra social intervenida y por el proyecto de creación de OSER enviado por Rogelio Frigerio a la Legislatura provincial. El enojo de la gente llevó a que muchos afiliados subieran al piso superior en el que se encuentra la oficina del interventor Mariano Gallegos, para exigirle explicaciones.
Algunos trabajadores intentaron explicar que la situación no depende de ellos, que se incorporó un sistema online que se colapsa. En tanto, en las farmacias apuntan contra la obra social y, según los afiliados: «Nadie se hace cargo de nada».
Ricardo García, subinterventor de la obra social, había salido a aclarar que los cuellos de botella se generaban por la “migración a un nuevo sistema informático”.
