El gobernador de Entre Ríos expuso sobre la necesidad de un modelo federal de desarrollo productivo, con reformas tributarias y diálogo entre Nación, provincias e intendencias.
El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, encabezó un encuentro nacional con motivo de la jornada “Una hoja de ruta hacia un futuro federal”, donde destacó la necesidad de avanzar hacia un modelo federal de desarrollo productivo. En ese marco, afirmó: “Sin inversión no hay desarrollo, y sin orientar esa inversión de manera federal, tampoco. Y sin integración nacional, menos. Esas son las banderas que defendemos todos los días en nuestro rol de gobernadores”, remarcó Frigerio.
A su vez, describió el contexto actual como uno de los “más complejos de la historia para las provincias”, donde “hay menos recursos pero muchas más responsabilidades”, entre ellas salud, educación, seguridad e infraestructura. “El Estado debe hacerse cargo de obras que el sector privado nunca hará. Y estamos haciendo malabares para cumplir con esa responsabilidad en un contexto de enormes dificultades fiscales”, sostuvo.
Frigerio llamó a repensar el rol del Estado: “Se resuelve con planificación, sensibilidad para entender la coyuntura y visión de largo plazo”. Además, insistió en la necesidad de diálogo y consensos: “Podemos tener buenas ideas, pero sin voluntad política no sirven para mejorar la calidad de vida de la gente”.
En ese marco, propuso avanzar en una agenda de reformas fiscales «que fomente la producción y la generación de empleo de calidad en Argentina»; de hecho, reconoció la posibilidad de eliminar Ingresos Brutos o modificar el Impuesto al Valor Agregado: “Debemos pensar una política tributaria menos regresiva, que mejore nuestra competitividad”. Subrayó que Argentina es uno de los países más cerrados del mundo en términos de comercio exterior y cuestionó el sistema impositivo vigente: “Somos de los pocos países que gravan sus exportaciones. Las malditas retenciones al campo y el impuesto al cheque deben eliminarse”.
Frigerio planteó que si la Nación inicia un proceso de eliminación gradual de impuestos distorsivos, se abrirá un “enorme espacio fiscal” para que las provincias impulsen sus propias reformas y generen mejores condiciones para invertir y crear empleo.
“La contundencia de una política fiscal responsable se ve en un Estado que puede pagar salarios, subsidiar tasas de interés y apoyar al sector productivo”, indicó.
Y concluyó: “Necesitamos un cambio cultural que transforme al Estado desde sus raíces y lo convierta en un aliado incondicional del sector privado”.
Fuente: Elonce