La desregulación del precio de la yerba ha generado inquietudes sobre su impacto en los consumidores.
A pesar de la eliminación de los precios mínimos por parte del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), los expertos creen que los precios en las góndolas no sufrirán cambios significativos a corto plazo.
El valor de la yerba en el mercado ya experimentó ajustes debido a la devaluación ocurrida en diciembre pasado. Además, el costo de la hoja verde apenas ha aumentado, situándose en alrededor de 370 pesos por kilo en los secaderos. Los productores, por primera vez en 22 años, se enfrentan al inicio de la cosecha sin un precio garantizado para su materia prima. La ministra de Industria, Trabajo y Comercio de Corrientes, Mariel Gabur, ha expresado confianza en que los precios se mantendrán estables. Contrarrestando predicciones alarmistas, Gabur descartó la posibilidad de que el precio de la yerba se dispare, calificando tales afirmaciones como una «campaña del miedo».
A pesar de la incertidumbre, los industriales podrían ajustar los precios que pagan a los productores sin afectar el valor final del producto en los supermercados. Algunos cooperativistas sugieren que los industriales podrían cubrir los costos adicionales sin sacrificar su rentabilidad, manteniendo así los precios estables para los consumidores.
Los precios actuales en los supermercados varían según la marca, con paquetes que oscilan entre los 2.500 y los 4.290 pesos por kilo. La eliminación de la facultad del INYM para fijar precios de referencia ha generado preocupaciones entre los productores, quienes temen una caída en sus ingresos.
Si bien el decreto que desregula el precio de la yerba entró en vigor, las autoridades aseguran que el INYM aún conserva sus facultades hasta que se emita el decreto reglamentario correspondiente. Sin embargo, persisten tensiones entre los distintos actores del sector respecto a la interpretación y aplicación de esta medida.
Fuente: Clarín