¿Qué tan habitual es que alguien señale a otro diciendo que no puede hacer alguna actividad por sus condiciones físicas? ¿Qué tan seguido escuchamos frases sencillas, pero que calan hondo bajo la piel de cada uno?
“Vos no podes, eso no es para vos, no sigas insistiendo, acepta la realidad…”, esas son algunas de las palabras que la gente usa para querer arruinar los sueños ajenos.
Sin embargo, quedó demostrado que los imposibles, alimentados por los prejuicios que aún hoy imperan en la sociedad, no tienen poder de competencia cuando las convicciones son las que se ponen enfrente.
No sólo tuvimos el honor de que el primer Mundial de Talla Baja haya tenido sede en nuestro país, sino que el seleccionado nacional se dio el lujo de, con mucho esfuerzo, trabajo y perseverancia, salir campeón en el mismo suelo que nació Diego Armando Maradona y Lionel Messi.
Pero eso no es todo, porque después de haber conseguido el título mundial, los jugadores no pretenden dormirse en los laureles, sino que aspiran a seguir trabajando en pos de una sociedad cada vez más inclusiva y equitativa.
En esta ocasión, tuvimos el lujo de entrevistar a Angel Ielpo, paranaense y capitán de la Selección Nacional de Talla Baja. Nos contó sobre su recorrido, su historia, la trayectoria de la selección y sus sueños después de coronarse campeón.
¿Hace cuánto que jugas al fútbol?
Al fútbol juego desde muy chiquito, desde que tengo uso de razón juego a la pelota. Me gustó siempre, pero profesionalmente digamos, hace 7 años.
¿Siempre soñaste con representar a la Selección Argentina, o es algo que surgió hace poco? ¿Cómo fue que te convocaron?
Este proyecto surgió hace alrededor de diez años, en la ciudad de Corrientes. El encargado se llama Facundo Rojas, es correntino. Él estaba jugando en Boca Unidos, pero la altura ya no le daba para compartir en la selección mayor, así que decidió buscar chicos de talla baja para hacer un equipo de la selección nacional para representar al país, y ahí arrancó todo el proceso.
Yo me entero por un compañero que es de acá, de Paraná, Hernan Ledesma, que fueron al primer partido internacional en Perú. Cuando volvieron me comuniqué, le pregunté cómo era el asunto, me comentó y arranqué en un entrenamiento en Paso de Los Libres, y desde ahí ya no lo dejé más. Esto es un sueño, porque todos de chicos soñamos con jugar un mundial, una Copa América, y que se haga realidad es algo maravilloso, más que nada cumplirlo, ganarlo no tiene precio.
¿Quienes eran tus referentes cuando vos eras chico?
Me gustaba Batistuta, el Diego, pero después fui creciendo y Messi, el Ronaldo brasilero, pero también Cristiano Ronaldo, hay varios que me gustan. De delantero juego buenísimo.
¿Qué pensaron como equipo cuando Paraguay decidió abandonar la cancha?
Esto no sucede por primera vez eh, ya nos pasó una vuelta allá en Paraguay. Fuimos a jugar un partido amistoso, íbamos ganando y el DT mismo de ellos se enojó, entró la hinchada y nos peleamos con los jugadores. Ya hay algo que no es normal, pero bueno. No pensábamos que iba a suceder algo así en un mundial, que lo vió mucha gente, y yo creo que no fue lindo.
¿Qué sentiste al levantar la copa del primer Mundial de Talla Baja?
Es un orgullo, eh. Te pasan muchas cosas por la cabeza, todo lo que hemos pasado desde chicos, que te digan “vos no podes” o “vos no vas a poder hacer tal cosa”, y hacerlo, que se haga realidad es un sueño. También esto que trae que la familia, el apoyo que dan, el sostén es eso que te lleva a seguir, porque cada día rompemos una barrera, y eso es lo que queremos, demostrar que la gente puede a pesar de medir unos centímetros menos. Nosotros podemos.
¿Qué mensaje le darías a la gente?
Sobre todo a los niños, primero, que no los sobreprotejan los padres, porque eso no los deja salir a conocer lo que es el mundo, no los deja ser libres. Ellos solos van a encontrar su camino correcto para hacer lo que les guste.
El domingo pasado fueron invitados a La Bombonera. ¿Qué significó para vos? ¿Y como equipo?
Fue un orgullo que un club tan grande nos invite a presenciar el encuentro. Algo que vemos es que esto está yendo a un plano muy grande y que yo sea participante de eso. No tuve el honor de ir porque me volví antes a Paraná, ya estaba hace casi 15 días lejos, quería volver a festejar con mis amigos y mi familia, pero los chicos pudieron disfrutar. También los invitó Marcelo Tinelli al programa, ven que estamos dando un buen ejemplo, porque la gente nos llama para que contemos de nuestra trayectoria.
¿Cómo te sentís con todo esto? Deben ser un montón de sensaciones…
Sí, yo digo que todavía no caemos de lo que estamos haciendo. Creo que algún día, cuando no juegue más a la pelota, me voy a dar cuenta de todo lo que logré en mi vida, ahí creo me va a caer la ficha de las cosas que hice y me voy a poner a llorar. Por el momento vivo el día a día. Me gustaría hacer otro deporte, competir a lo más grande. Si no hago más fútbol buscaré otra cosa, otro deporte que sea olímpico, pero vamos a ver qué pasa ahora.
¿Qué deporte te gustaría hacer?
Digamos, para los Juegos Olímpicos no hay muchos deportes adaptados para talla baja. Vi el tenis de mesa, pero no me gustó, porque yo jugaría con alguien que, por ejemplo, le faltaría una pierna o un brazo, es una dimensión diferente. Lo veo medio desparejo por eso, lo que buscamos es que estemos en igualdad de condiciones para competir.
Pensaba en lo que le costó a la selección conseguir un mundial…
Un mundial, se lo aclaro. Argentina es muy Copa América, Copa América, Copa América. Copa europea y el mundial es como casi la selección mayor, hicimos las tres igual que ellos. Ya veníamos dolidos por la primera Copa América, que se hizo acá, en Buenos Aires, y la perdimos contra Paraguay. La segunda Copa América la hicimos allá, en Perú, se la ganamos a ellos también. Contra Paraguay o Chile son los partidos más picantes, nos matamos con los chilenos, después del partido contra ellos nos agarramos todos afuera.
Después, con Paraguay nos estamos encontrando todas las finales. Pasó ahora, pero ya íbamos ganando 3 a 1, yo creo que abandonaron porque sabían que se les venía la noche, más que era mitad público nuestro y mitad de ellos. Nos gritaban de todo, Argentina también les gritaba, ahí no supieron…”anda a tomar tereré” debe haber sido lo mínimo, después ellos puteando en guaraní.