A casi 19 años del incendio de Callejeros, el Gobierno declaró Monumento Histórico el local donde funcionaba el boliche República de Cromañón, el lugar donde fallecieron 194 personas. Actualmente pasa a ser el Lugar Histórico el Paseo de los pibes de Cromañón y Bien Histórico la Colección Cromañón.
El Gobierno declaró Monumento Histórico Nacional el local donde funcionaba el boliche República de Cromañón y el hotel lindante, de la calle Bartolomé Mitre en el barrio porteño de Balvanera, a casi 19 años del incendio que dejó un saldo de 194 víctimas fatales durante una recital de Callejeros.
A través del decreto 571/2023, publicado en el Boletín Oficial, el Ejecutivo dispuso también incluir como «Lugar Histórico Nacional» el espacio donde se emplazan el Paseo de los pibes de Cromañón, los murales artísticos alusivos y el santuario, que se extienden sobre la misma calle, entre Jean Jaures y Ecuador.
Asimismo se declaró como «Bien Histórico» la «Colección Cromañón», que está alojada en la sede del Archivo Nacional de la Memoria, en el Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (exESMA).
«Hoy amanecimos con un país un poco más justo en relación a materia de derechos humanos», aseguró a Filo.news Celeste Oyola, sobreviviente de Cromañón, tras conocer que se declaró Monumento Histórico el local donde funcionaba el boliche, «es un lugar que para la historia de todos los argentinos y argentinas marca un antes y un después en lo que queremos preservar y en lo que no queremos que vuelva a suceder nunca más».
Además, el decreto destaca que los activos que integran este “conjunto de Memoria Colectiva del Trauma Histórico constituyen el crudo testimonio, material e inmaterial, de uno de los capítulos más dolorosos en la historia del país”. Y enfatiza que “es un deber del Estado Nacional generar conciencia y compromiso en la comunidad, que es garantía de que su reiteración en el futuro sea menos probable”.
Por su parte, Monica Capano, presidenta de la comisión nacional de monumentos, de lugares y de bienes históricos del Ministerio de Cultura, afirmó que «la declaratoria de los espacios de la masacre y de los objetos que la testimonian es una ruptura con la vieja concepción del patrimonio, al superar las miradas esteticistas y hegemónicas y al dar cuenta del conflicto que entrañan las memorias del trauma”.
A nivel nacional la declaración es «inédita», aunque en la región existe un antecedente de lo ocurrido en las instalaciones del Supermercado Ycuá Bolaños en Paraguay, donde en 2004 también se registró un incendio donde murieron 327 personas, que fue declarado un bien de Valor Cultural Patrimonial.
“En el caso de Cromañón, los objetos muebles existentes al día de hoy dentro del conjunto son piezas clave por su valor testimonial. El uso del conjunto de bienes relacionados con Cromañón será establecido mediante procesos participativos entre las agrupaciones de familiares de víctimas fatales, de víctimas sobrevivientes y el Estado Nacional», añade el decreto.
En el mismo sentido, el decreto deja en claro que “el conjunto conformado por los edificios del antiguo local bailable y el hotel lindante, más la parcela a cielo abierto emplazada en la calle Jean Jaures fue declarado ‘de utilidad pública y sujeto a expropiación’ por medio de la Ley N° 27.695, lo cual no afecta los fines de protección patrimonial de la presente norma declaratoria”.
«Estos lugares que hoy pasan a ser patrimonio de la Patria han sido escenario de una masacre cuyas heridas, de alguna manera con este decreto, el Estado argentino contribuye a saldar», sostuvo Capano.
Oyola y Capano hicieron hincapié en que el camino transitado entre organizaciones de familiares, amigas y amigos, con los y las sobrevivientes y con la Secretaria de DDHH.
«Valió la pena luchar entre todos y todas por reescribir y reconstruir la historia de aquél 30 de diciembre para que las nuevas generaciones tengan un relato más verdadero de qué sucedió en Cromañón», agregó Oyola.
Oyola también resaltó que a partir de la expropiación y la posibilidad de contar la historia en primera persona también se genera un relato más verdadero en el que se conozca la «solidaridad» que habitó aquella noche, ese fue el motor que «permitió que muchos de nosotros nos salve la vida alguien que no sabíamos quien era, eso sigue estando de manifiesto hasta hoy en cada acto y en cada lucha conjunta».
«Cromañón como historia de país nos pasó a todos y los hechos nos describen como sociedad, entonces que estemos contando lo que pasó de un lado más humano, que estemos involucrándonos, que el Estado se haga responsable también es parte de un camino transitado para que Cromañón no quede en el olvido y se cuente lo más humanamente posible», cerró la sobreviviente.
Fuente: Filo News.