Crece el consumo de productos veganos y su certificación en la Argentina
Según un estudio realizado a mediados de 2020 por la Unión Vegana Argentina (UVA) junto a la empresa Kantar Insights Division, la comunidad vegana-vegetariana en el país sumaba alrededor de cinco millones de personas.
El consumo de productos veganos creció en la Argentina en forma acelerada en los últimos años y, con este incremento, también la demanda de certificaciones que acrediten el cumplimiento de los procesos y estándares de elaboración, y permitan a los consumidores identificar aquellos que no contengan ingredientes de origen animal y/o derivados de animal.
Según un estudio realizado a mediados de 2020 por la Unión Vegana Argentina (UVA) junto a la empresa Kantar Insights Division, la comunidad vegana-vegetariana en el país sumaba alrededor de cinco millones de personas, lo que equivale 12% de la población, tres puntos porcentuales más que en 2019.
El veganismo -término acuñado en 1944 por Donald Watson, miembro de la Sociedad Vegetariana Británica- «extendió el compromiso de defender los derechos animales a todos los ámbitos de la vida más allá de la alimentación», explicó el presidente de la UVA, Manuel Martí, en diálogo con Télam.
«Empresas grandes, medianas y pequeñas están cambiando y reconvirtiendo lo que producen, dejando de usar a los animales»Manuel Martí-Presidente de Unión Vegana Argentina
A pesar de ser relativamente reciente, este estilo de vida experimentó un vigoroso crecimiento en los últimos años: «Una minoría importante y en constante aumento», aseguró Martí.
El aumento del veganismo en la Argentina, y con él la oferta de productos y servicios específicos, incrementó la demanda de un «sello» o certificación que identifique a aquellos libres de ingredientes de origen animal en todo la cadena productiva.
Los artículos veganos son productos alimenticios, de cosmética o aseo que no contienen ningún insumo de origen animal en sus etapas de producción y procesamiento. Además, sus ingredientes y el producto final no deben haber sido testeados en animales.
El aumento del veganismo en la Argentina, y con él la oferta de productos y servicios específicos, incrementó la demanda de un «sello» o certificación que identifique a aquellos libres de ingredientes de origen animal en todo la cadena productiva
En todo el mundo, «empresas grandes, medianas y pequeñas están cambiando y reconvirtiendo lo que producen, dejando de usar a los animales», destacó Martí.
Así, los organismos de certificación son la garantía del cumplimiento de procesos y estándares de elaboración de los productos veganos, y permiten a los consumidores identificarlos fácilmente.
El problema del consumidor vegano es «no saber qué es lo que está comprando», ya que las etiquetas suelen ser difíciles de comprender; de allí, sostuvo el dirigente, la importancia de los etiquetados claros como así también de las certificaciones y las regulaciones de las mismas.
En la Argentina la industria vitivinícola es una de las pioneras en la elaboración y comercialización de productos con certificación vegana otorgada por VEG Argentina con, a la fecha, más de 60 bodegas que ya cuentan con este sello vegano
En 2019 LIAF Control, empresa argentina que brinda servicios de inspección y certificación a productores del sector agroindustrial, desarrolló el sello VEG Argentina de certificación de productos veganos, que avala actualmente a casi 900 productos diferentes de más de 300 marcas de consumo masivo entre bebidas alcohólicas y sin alcohol, alimentos, productos de higiene personal, cosméticos e indumentaria.
En la Argentina la industria vitivinícola es una de las pioneras en la elaboración y comercialización de productos con certificación vegana otorgada por VEG Argentina con, a la fecha, más de 60 bodegas que ya cuentan con este sello vegano.
«A septiembre de 2020, teníamos 15 empresas bajo certificación; para el mismo período de este año, alcanzamos 64 empresas, cifra que evidencia un crecimiento del 160% comparado con las empresas que certificaron en 2020», expresó Ana Cherasco, responsable de certificación de VEG Argentina.
En todo el mundo, cada vez son más los consumidores que se suman a la tendencia vegano/vegetariana y buscan consumir productos que respeten a los animales, sean saludables y cuiden el ambiente
Según Cherasco, «este incremento muestra tangiblemente el interés creciente de las marcas, por diversificar su oferta a la que demanda que plantean los nuevos consumidores».
Además, los certificados emitidos por LIAF Control permiten a los productores vender sus artículos de manera diferenciada en el mercado interno y exportarlos a la Unión Europea, Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y México, entre otros países.
El año pasado, a través de la UVA, desembarcó en la Argentina V-Label, una certificación vegana internacional que garantiza que el producto es «apto vegano», sin ingredientes de origen animal ni derivados, y no sólo incluye alimentos sino también cosméticos, elementos de aseo personal, de limpieza, vestimenta y calzado.
En 2019 LIAF Control, empresa argentina que brinda servicios de inspección y certificación a productores del sector agroindustrial, desarrolló el sello VEG Argentina de certificación de productos veganos
A fines de 2020 se lanzó también el sello IRAM-V, certificación vegana/vegetariana argentina, basada en la norma internacional ISO 23662:2021, que permite a las marcas diferenciarse para satisfacer las demandas de sus clientes, ingresar a nuevos mercados y seguir las tendencias mundiales.
El Instituto Argentino de Normalización y Certificación IRAM evalúa la composición de los productos, audita cada paso de producción y las materias prima que se aplican en la preparación, controlando que se cumplan con todos los requisitos legales, y certifica el Sello IRAM-V, que brinda una identificación sencilla y confiable de los productos veganos y vegetarianos.
«En todo el mundo, cada vez son más los consumidores que se suman a la tendencia vegano/vegetariana y buscan consumir productos que respeten a los animales, sean saludables y cuiden el ambiente; pero los productos que están presentes hoy en el mercado no ofrecen, en todos los casos, información confiable sobre su composición y el proceso de producción, generando confusión en los consumidores; a su vez, muchas veces este tipo de productos no ofrecen evidencias confiables sobre su identificación y esto puede derivar en informaciones incorrectas y engaños al consumidor», completaron desde IRAM.
Fuente: Télam