8M: la voz de las que marchan
Una jornada para pensarse y sentirse, para reflexionar y crecer, pero principalmente para renovar las energías y seguir luchando. Aquí, un mensaje de las que no bajan los brazos y participaron de la marcha en la capital entrerriana.
Se comienza a sentir la noche anterior, ese mismo día por la mañana o minutos antes de llegar a la concentración. Se comienza a sentir en el colectivo, en la calle, en la plaza… Emoción, tristeza y alegría; enojo y ternura; ganas de gritar o de caminar en silencio detrás de alguien que, por el contrario, salta y canta. Se comienza a sentir algo sin nombre, inabarcable, como casi todo lo que en realidad sentimos.
En Paraná, como en distintos puntos del país, el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, las mujeres paramos y marchamos. Desde la Plaza de Mayo hasta Casa de Gobierno, las columnas de personas ocuparon el espacio al ritmo de cantos, gritos y silencios que reivindicaban las luchas de las mujeres.
“¡Señor, señora, no sea indiferente, nos matan a las pibas en la cara de la gente!”
Una de las consignas principales de la jornada fue: “La deuda es con nosotres, fuera el FMI”, mientras que, las demás, exigían el cese de todas las violencias patriarcales, la implementación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) y la Ley Micala, una reforma judicial con perspectiva de género y el fin de los femicidios.
Sin embargo, cada una de las personas que participan del encuentro año a año se acercan, también, con una o varias consignas propias: se acercan con el deseo latente de que algo cambie. “¿Se imaginan no tener miedo de morir en su casa?, ¿se imaginan poder pasear tranquilas al perro a las dos de la mañana?, ¿se imaginan cobrar lo mismo que un chabón por hacer el mismo trabajo?”, manifestó la Legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ofelia Fernández, en la sesión ordinaria del pasado 10 de marzo. Y porque sí nos imaginamos, porque creemos que los valores y las políticas que hoy nos violentan y discriminan pueden transformarse es que paramos, marchamos y luchamos.
En las primeras filas caminaban familiares de víctimas de femicidios e integrantes de la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binares de Paraná. Desde allí, los carteles colgaban de las manos o se levantaban a la altura de las cabezas: “Ni una menos”, “No estamos todas, faltan las asesinadas”, “Somos el grito de las que ya no están”, “Si tocan a una nos tocan a todas”. Las caras pintadas de verde y violeta; los pañuelos atados en los cuellos, en las muñecas, en las mochilas; los tambores y cantos de fondo elevaban el espíritu de protesta que, en esta fecha, siempre combina el tono grave del encuentro con las expresiones artísticas y de celebración. Mujeres de todas las edades, niñes de la mano de sus mamás, parejas y acompañantes, todes integrando un grupo heterogéneo que movilizó las calles de la ciudad.
Ya en Casa de Gobierno se leyó el documento con los reclamos principales, denunciando la permanente vulneración de los derechos de las mujeres y dando cierre al evento que, sin embargo, no se dispersó inmediatamente sino que, por el contrario, continúo siendo un espacio de unidad, autocuidado y reflexión hasta el anochecer. Un espacio que, fundamentalmente, da la seguridad de que no estamos y nunca volveremos a estar solas.
Agradecemos ampliamente a las compañeras Lorena Aboyo, Adriana Agustini, Carina Burgos, Eva Silva, Natalia Facal y Natalia Taborda por brindar sus experiencias e impresiones sobre la jornada
Redacción: Eugenia Castro.